Hace unos meses,
mi marido, que es un apasionado de los aviones, me dijo: "vamos a ir a
visitar el Museo de la
Aviación". Pensando que era algo pequeñito, allá que nos
plantamos un sábado a las 12 de mañana, pues nos dieron las 2 de la tarde y no
habíamos terminado, así que hemos repetido la visita el fin de semana del
puente del Pilar.
Situado junto a
la fábrica de la San Miguel, en la Plaza Pierre George Latecoérè, a
lado de "Aviación General", la impresión general que da es que está
cerrado, hay una barrera que cuando te la encuentras dices: "¿podré pasar
o no?" El caso es que se puede aparcar dentro.
Su nombre
completo es Museo de
Aeropuertos y Transporte Aéreo. El complejo está diseñado como un
cortijo andaluz. La visita es GRATUITA,
el chico de la oficina lo que te da es un plano plastificado (que tienes que
devolver), te indica dónde estás situado y te orienta un poco. El resto de la
visita es, plano en mano, a tu bola...
El primer
edificio está dedicado a maquetas, aeromodelos, pasajes, y objetos personales y
uniformes de pilotos y azafatas que nos intentan acercar a la evolución de las
compañías aéreas. La verdad es que el contenido de la exposición está bien
conservado, pero la impresión que da es que todo es un poco dejado, con
vitrinas antiguas y mala iluminación. En esta misma sala han instalado, adosado
a la pared, la cabina del DC9 de Iberia que, en nuestra primera visita, se
encontraba en el exterior, a la intemperie. La restauración sigue y, la verdad
es que lo están dejando muy bien. Te podrás sentar en el asiento del piloto o
simular que eres una azafata dirigiéndote al pasaje por el teléfono.
A continuación,
entras en una especie de "sala didáctica" en el que hay varios
mecanismos que nos muestran los principios de la física aplicados a
la aeronáutica (cómo frena un avión o cómo es interceptado un avión por radar, cómo
vuela un helicóptero...) así como otros juguetitos como un simulador de morse,
donde sin duda harás la tontería de las películas de
intentar telegrafiar... allí vas a estar un buen rato. El único problema es que
está todo un poco viejo, algunas cosas funcionan y otras no, necesita una
modernización ¡¡¡ya!!! porque la verdad es que es muy interesante y didáctico.
En el exterior
de este edificio hay una serie de vehículos de todas las épocas: un vehículo "follow me" amarillo, un autobús de pasajeros, camiones de
bomberos, un radar...
Ya en la antigua pista de la Terminal encontramos el Convair 440 restaurado, de la compañía finlandesa Kar Air, que fue el primer vuelo charter a Málaga con 48 pasajeros, y el primero que aterrizó en la recién estrenada pista asfaltada el 20 de octubre de 1959. El avión no tiene asientos y en el suelo, protegido por metacrilato, hay objetos de la época, en las paredes hay reproducciones de postales que estos turistas mandaban a sus seres querido.
A escasos 10
metros está el Beechcraft de la compañía Spantax, el primer avión
de metal que tuvo el museo, y es el mismo que sale en la película de Sean
Conney "Cuba". A éste no se puede subir.
En nuestra
visita durante el puente del Pilar, el acceso a estos aviones estaba cortado,
toda la zona estaba de obras.
También está en restauración un Douglas DC3, conocido también como "Dakota", comprado a Iberia por 1€. Este avión perteneció a la Fuerza Aérea americana y más tarde al Ejército del Aire español. Era el aparato de aviación comercial más famoso de su época con unas 12.000 unidades vendidas. Se utilizó en la Segunda Guerra Mundial para el transporte de tropas, carga, enfermería y taller volante. Será el primero de España en poder ser visitado. Igualmente, esta zona actualmente, está en obras.
Junto con el
Beechcraft, llegó al museo un De Havilland,
que también participó en varias películas y estuvo al servicio de la familia
real marroquí, pero no sabemos nada sobre su restauración.
Ya en el
edificio de la antigua terminal, lo primero que vemos es el antiguo mostrador
de facturación, con todos los objetos de la época. A mano izquierda se
encuentra la sala de espera, que igualmente han transformado en exposición con
equipajes, pasaportes, billetes e incluso cartillas de racionamiento de los años
50. Este espacio trata de mostrar cuales eran las condiciones de los viajes en
avión de la época, ¡¡¡que para nosotros las quisiéramos ahora!!!
Dentro de la terminal, se puede subir a las plantas altas, donde están recreadas las oficinas del director y del ingeniero jefe, también hay una sala donde hay una muestra de objetos y maquetas del primitivo aeródomo (actual base aérea militar) y da un repaso a la vida de los pioneros de la aviación en Málaga, como Jorge Loring o Carlos de Haya. Una de las estrellas de esta muestra es una máscara de piloto de 1916 del ingeniero Jorge Loring. En la última planta podemos ver la antigua torre de control.
Otras de la zonas interesantes del complejo son los restos arqueológicos, que en esta última visita también estaban cerrados por reformas, pero tuve la oportunidad de ver en mi primera visita.
Frente al edificio de la terminal, hay un pabellón bastante interesante donde encontramos un helicóptero Bell 47, el primer helicóptero que tuvo la Guardia Civil de Tráfico; también están expuestos dos aviones en restauración (Dornier 27 y Wassmer), un ultraligero, aparatos meteorológicos, instrumental de pista y torre de control, radares y motores de aviones.
Es un museo peculiar, porque con un presupuesto ridículo, son los voluntarios de la Asociación Amigos de la Aeroplaza los que restauran las piezas de la colección e intervienen directamente en las exposiciones. La entrada es gratuita y puedes dejar un donativo o bien comprar imanes o pegatinas para contribuir con este proyecto, ya que las autoridades no quieren o no pueden conservar el patrimonio aeronaútico de Málaga.
Es un museo peculiar, porque con un presupuesto ridículo, son los voluntarios de la Asociación Amigos de la Aeroplaza los que restauran las piezas de la colección e intervienen directamente en las exposiciones. La entrada es gratuita y puedes dejar un donativo o bien comprar imanes o pegatinas para contribuir con este proyecto, ya que las autoridades no quieren o no pueden conservar el patrimonio aeronaútico de Málaga.
Mañanas: De martes a sábado, 10.00 a 14.00.
Tardes: Martes, 17.00 a 20.00.
Cerrado los Lunes, Jueves y Viernes Santo, 24, 25, 31 de diciembre y 1 de enero.
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